En Urica se pone punto final al populista mas resaltante en la historia independentista venezolana, al este hombre sin medios de comunicación masivo ni grandes concentraciones urbanas, lograría reunir gran cantidad de personas y atarlas a sus ambiciones utilizando todo tipo de convincentes argumentos en pro del cambio social, acabar con la pobreza entre los mas necesitados o repartir equitativamente los bienes arrebatados a sus enemigos, acercando al pueblo a una verdadera guerra de clases sociales y castas. El taita Boves cuyas pretensiones tras perder influencia Monteverde, era relevarlo como Capitán General de Venezuela, teniendo como carta de presentación algo que no había podido lograr el oficial canario como era acosar, arrinconar y arrebatarle las bases de poder a los patriotas. Sin embargo un giro circunstancial causo en esta batalla el fin de las ambiciones de un hombre así como el de numerosas personas que lucharon y vivieron para apoyar o acabar con su ambición.

Su muerte casi premonitoria al siempre liderar la avanzada realista llega en unos momentos cruciales en una contienda que aun cuando continuaría ensangrentando la tierra sin tomar en cuenta sexo, edad, ni color de piel a la hora de cortarle la vida de una persona, principalmente si caía en manos del taita realista el cual llego a decir "tras matar a todos los blancos yo mismo me degüello".
Luego de la derrota obtenida en Los Magüeyez (09/11/1814) contra el coronel José Francisco Bermúdez, José Tomás Boves se reunió con su castigado teniente (Francisco Tomas Morales) quien derrotado pese a contar con un nutrido numero soldados, por un puñado de personas organizada con rapidez, mal armados y peor entrenados, se reordena el ejercito realista en Santa Rosa y luego en Urica para rehacerse y reunirse con Boves.
Mientras Morales en medio del desorden causado por la derrota y posterior persecución entre 2.000 a 3.100 bajas, los patriotas al frente del Coronel Bermúdez retorna victorioso a Maturín con apenas 74 bajas y 100 heridos, ademas de 150.000 cartuchos, 2.100 fusiles, 700 caballos ensillados, 6.000 bestias de carga y 800 reses de ganado, capturados al enemigo. Gracias a ello el General en Jefe José Félix Ribas estacionado en esta ciudad, dispuso la ejecución de la ofensiva contra los realistas en Urica; operación que no se había llevado a cabo debido a la decisión de Bermúdez de ir a los Magüeyez contra Morales, para ésta empresa contaba Ribas con 2.000 hombres, al frente de quienes se hallaban José Tadeo Monagas, Francisco Parejo, Manuel Cedeño, Pedro Zaraza, el Teniente Coronel José Paz del Castillo, Andrés Rojas y otros. Al llegar al sitio de El Areo, procedió Ribas a la formación de 2 columnas de caballería de 180 hombres, las cuales recibieron el nombre de Rompelíneas, con Monagas y Zaraza de comandantes, Luego el destacamento patriota inicio el resto de los preparativos para la batalla, al enviar durante la noche del 4 al 5 de diciembre para amanecer en Urica frente a los realistas (ya Boves se había incorporado al lugar y reorganizado con una actividad sorprendente a sus huestes), hasta el punto de tenerlos desplegados en 3 columnas en una gran sabana.
Las hostilidades fueron iniciadas por Ribas, cuando manda a Zaraza y Monagas abriesen impetuosamente paso por ambos flancos de la retaguardia del enemigo, mientras Ribas y Bermúdez en persona la atacaban por el frente con las tropas de Castillo.

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